Proceso diagnóstico de la hipertensión pulmonar (HP)

Verano de 2016

¿Qué tipos de síntomas tienen los pacientes con hipertensión pulmonar?

El síntoma más común de hipertensión pulmonar es la dificultad para respirar, principalmente al realizar actividades físicas o ejercicio. En las etapas tempranas de esta enfermedad, este síntoma puede ser leve. Por ejemplo, al tomar una caminata larga o correr para alcanzar el tren, algunos pacientes pueden sentir que les falta el aliento un poco más de lo normal. Sin embargo, con la evolución de la enfermedad, esta dificultad respiratoria puede volverse más crítica, al punto de experimentarla incluso mientras la persona realiza sus actividades diarias, como lo son subir un tramo de escaleras o ir de compras al supermercado. Muchos de los pacientes con hipertensión pulmonar sienten también mucha fatiga. Algunas personas también advierten síntomas de palpitaciones y en raras ocasiones, dolor de pecho. Cuando la enfermedad es más grave, los pacientes pueden experimentar mareos o sentirse aturdidos e incluso llegar a desmayarse, lo que implica una seria señal. Por último, las personas que padecen esta enfermedad en etapas más avanzadas, con frecuencia pueden notar retención de líquidos, generalmente en las piernas.

Ahora, la mayoría de estos síntomas no son específicos y muchos de ellos pueden coincidir con los que se presentan en enfermedades cardíacas y pulmonares más comunes como la enfermedad arterial coronaria, insuficiencia cardíaca congestiva, asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, o simplemente el estar fuera de forma. Por lo tanto, es importante consultar al médico antes de asumir conclusiones.

¿Qué tipo de prueba debo hacer para saber si tengo hipertensión pulmonar?

La mayoría de las personas que se presentan a su doctor con estos síntomas probablemente ya se hayan sometido a rayos X del tórax o a un electrocardiograma. Los signos de hipertensión pulmonar en estos exámenes pueden ser imperceptibles, así es que la hipertensión pulmonar puede pasar desapercibida con estas pruebas. La mejor prueba de evaluación inicial para la hipertensión pulmonar es la ecocardiografía que consiste en realizar una ecografía del corazón. Con la prueba anterior podemos calcular la presión en los pulmones con la presión ventricular sistólica derecha o la presión sistólica arterial pulmonar. En pacientes que no padecen la enfermedad, esta debe de ser menor de ~ 35mmHg y usualmente no se puede medir. Nos preocupa que pueda ser hipertensión pulmonar cuando la presión es mayor de 40 mmHg. La ecografía también nos brinda información acerca del lado derecho del corazón. El lado derecho del corazón es responsable de bombear la sangre a los pulmones y si la presión de los pulmones está elevada, esto supone un mayor esfuerzo para el lado derecho del corazón, lo que podría conllevar un crecimiento e insuficiencia en este lado del corazón.

Mi ecocardiografía muestra que podría tener hipertensión pulmonar. ¿Ahora qué hago?

Lo primero que recomendamos es una evaluación completa. La primera vez que evaluamos a los pacientes, necesitamos tomar una historia detallada de los síntomas, antecedentes médicos anteriores, historia familiar, e historia de abuso de fármacos. También se realiza un examen físico completo, que resulta útil para buscar signos de hipertensión pulmonar. Si después de lo anterior, tenemos una fuerte sospecha de que el paciente padece de hipertensión pulmonar, recomendamos muchos exámenes para buscar la posible causa de la hipertensión pulmonar. Existen muchos factores que causan hipertensión pulmonar, así es que abróchense los cinturones, ya que les espera una larga lista de cosas por leer.

Hacemos exámenes de sangre de rutina a todos los pacientes para revisar los recuentos sanguíneos, la función renal y hepática. También incluimos pruebas en busca de enfermedades autoinmunes, hepatitis y VIH ya que estas pueden causar hipertensión pulmonar. Una enfermedad pulmonar subyacente también puede causar hipertensión pulmonar, así es que también deben hacerse pruebas de función pulmonar y además recomendamos una tomografía computarizada de tórax. En caso necesario, los pacientes deben remitirse a un estudio del sueño y ser evaluados para descartar apnea obstructiva del sueño. Tener coágulos sanguíneos crónicos en el pulmón también pueden causar hipertensión pulmonar, por lo tanto, todos los pacientes deben de hacerse un examen de imagen pulmonar que se llama gammagrafía pulmonar de ventilación y perfusión. También realizamos pruebas rutinariamente para evaluar la capacidad de la persona para hacer ejercicio. La prueba anterior se realiza usualmente mediante una caminata de 6 minutos, pero en ocasiones se recomiendan exámenes más avanzados con una bicicleta o banda caminadora. Finalmente, para confirmar que usted tiene hipertensión pulmonar, necesitamos hacer un procedimiento llamado cateterismo cardíaco derecho. Para este procedimiento, tomamos un catéter, el cual es un tubo largo y delgado, lo insertamos en una vena ya sea en el cuello o la pierna del paciente y luego lo guiamos hacia el lado derecho del corazón y luego al pulmón. Esto nos permite medir directamente la presión en sus pulmones.

¿Realmente necesito hacerme un cateterismo cardíaco derecho?

¡Si! ¡Muchos estudios han demostrado que a pesar de que la ecocardiografía es un examen de evaluación muy bueno, la diferencia en la medición de la presión puede ser de hasta más o menos 20 mmHg! El cateterismo es la única forma de confirmar que usted definitivamente tiene hipertensión pulmonar. Además, la cateterización no solo nos dice que tan alta está la presión, sino que también nos dice que tan bien funciona el corazón, puede ayudar a aclarar la causa de la hipertensión pulmonar y nos permite hacer pruebas para ver si se le puede dar tratamiento con ciertos medicamentos. Es una intervención ambulatoria, relativamente de bajo riesgo que es esencial para ayudarnos a saber cómo debe tratarse su hipertensión pulmonar.

Conozca más sobre el cateterismo cardíaco derecho.